Cómo elegir el menú de tu boda
A la hora de elegir el menú de la boda, a menudo surgen dudas sobre el tipo de comida, las distintas partes del almuerzo o cena y las opciones posibles (cocktail, sentados…). Aquí os dejamos algunos consejos útiles para que elegir el menú sea fácil y el resultado un verdadero éxito.
Al elegir el menú, debemos tener en cuenta:
El número de invitados que asisten al evento.
Hay platos que son de una elaboración muy complicada y que exigen prepararse sobre la marcha, por lo que si el número de invitados es demasiado alto, pueden entorpecer el ritmo de servicio del catering que dé el evento en el restaurante o el patio de celebraciones. Este factor es muy importante porque en un banquete tan importante es que la comida esté buenísima como que los tiempos de espera entre plato y plato sean razonables. Si la comida está muy rica pero entre plato y plato pasa una hora los invitados se desesperan y el ritmo de la boda se ve muy perjudicado. Nadie mejor que el restaurante o catering te va a asesorar sobre la conveniencia o no de poner un determinado plato para las características específicas de tu boda.
La estación del año.
Esto nos permitirá aprovechar productos de temporada y elegir además platos más o menos adecuados según el momento, ya que en verano podemos tirar más de ensaladas y sopas frías (gazpacho, sopa de melón…) mientras que en invierno apetecen más ensaladas tibias y sopas calientes o caldos.
Momento del día en que se celebra.
Si es a medio día, podéis elegir un menú más copioso, con mayor cantidad de platos. Pero si es de noche, os recomiendo algo más ligero por dos razones. En primer lugar, porque al final del día las personas comemos menos y nos llenamos antes. En segundo lugar, porque no nos interesa alargar mucho la cena, ya que cuanto más tarde termine, más cansada va a estar la gente para empezar la barra libre. Al fin y al cabo, los ritmos biológicos nos dicen que nos vayamos a la cama, así que si nos llenamos un montón y además terminamos tarde de cenar, corremos el riesgo de que nuestros invitados se cansen y se vayan a dormir.
Personas con alergias, intolerancias o estilos alimenticios concretos como vegetarianos o veganos.
Queremos cuidar a nuestros invitados, por lo que si recabamos esta información con tiempo y avisamos al catering con antelación, todos los comensales se sentirán correctamente atendidos y nosotros estaremos muy contentos de no haber pasado este factor por alto.
Niños
Este consejo no es tanto de la elección del menú como de la ubicación de los niños a la hora de distribuir las mesas, pero lo incluimos aquí porque van de la mano. A veces tenemos la iniciativa de poner una mesa de niños donde todos los hijos de nuestros amigos y familiares se sienten a comer. Cuando los niños tienen menos de 3 años, así como cuando tienen más de 6 o 7 parece que lo tenemos claro. Pero, ¿qué pasa con esos niños que ya no van en carrito pero que aun no son tan autónomos? Puede que decidamos sentarlos en una mesa con los otros niños y cuando llega el momento el padre o la madre venga y nos diga que se quiere sentar en su mesa, con el consiguiente descuadre de la misma. Que las mesas se descuadren es una de las cosas más complicadas en el banquete, porque el resto de invitados de esa mesa puede llegar a sentirse muy incómoda. Pero esto tiene una solución muy sencilla: solo hay que llamar a esos padres sobre cuyos hijos tenemos dudas y preguntarles.
La copa de bienvenida
Se diseñó para que los novios se hagan unas fotos mientras empieza el almuerzo y cena. Por eso no debería durar más de 45 minutos, ya que la gente se cansa de estar de pie, especialmente la gente mayor y las mujeres con tacones, ¡que suelen ser todas! Puede durar más únicamente cuando hemos elegido un banquete en el que queremos que la gente pase mucho tiempo interrelacionándose, por lo que alargamos la copa de bienvenida y después los invitados se sientan directamente a una carne y un postre sin ningún otro tipo de entrante o pescado.
Como en el menú no debemos arriesgar, porque queremos tener contenta a mucha gente diferente, en la copa de bienvenida podemos aprovechar que la gente se está moviendo y puede elegir lo que comer para tener un toque original y arriesgar un poco más si es nuestro deseo. A lo mejor en lugar (o además) del cortador de jamón o la mesa de quesos clásica queremos poner un sushi bar, un rincón de comida árabe o japonesa. Este es sin duda el momento adecuado porque estamos dejando a los invitados elegir simplemente moviéndose de un lugar a otro.